La Autorregulación en el
Contexto Colombiano
En Colombia la discusión entre los medios y periodistas e incluso entre algunos académicos sobre la necesidad de la autorregulación no es nueva.
En las décadas de los 70, 80 y 90, época más dura de los ataques del narcotráfico y la violencia, se discutieron y utilizaron algunas herramientas exitosas de autorregulación entre medios para manejar y presentar algunas noticias, las cuales se han venido desnaturalizando por ser vistas como restrictivas a las libertades de expresión e información o por ser impositivas; esto ha traído como consecuencia una resistencia a la figura de la autorregulación en el país.
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De otra parte, la transformación que viene dándose en el modelo de negocio de los medios de comunicación, afecta la priorización y en consecuencia la implementación de mecanismos de autorregulación al interior de los mismos.
La crisis anterior ha generado una progresiva reducción de puestos de trabajo en las empresas periodísticas, que afectan directamente la calidad del contenido que se viene produciendo.
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Igualmente, la regulación vigente en Colombia para el sector de medios es asimétrica frente a los distintos canales de comunicación y está desactualizada pues no atiende los nuevos retos, limitaciones y variaciones en el mercado, los negocios y los consumidores de contenidos y los productos asociados a estos tales como la publicidad.
Es así como en la actualidad, las políticas públicas privilegian el sector de las telecomunicaciones, pero no atiende la crisis general de los medios de comunicación.
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Otro aspecto relevante frente a la necesidad de la autorregulación, tiene que ver con la desinformación generalizada que las nuevas formas de comunicar a través de las redes sociales han traído y que ha ocasionado una distorsión de las audiencias consumidoras de contenidos.
Este fenómeno evidentemente viene creando dinámicas inconvenientes del mercado, en el entendido que ahora importan más el número de visitas o páginas vistas que el impacto y profundidad de la información que se consume, todo esto a consecuencia de la preocupante falta de formación en el consumo de contenidos digitales.
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También resultan relevantes para abordar la autorregulación en Colombia, la definición y análisis de aspectos como mayor oferta de profesionales en periodismo que la demanda de los medios; la insuficiencia, falta de aplicación y actualización de los manuales de autorregulación que busquen promover la calidad periodística; la debilidad de las defensorías de audiencias existentes; la falta de independencia y autonomía en los medios de interés público y la poca transparencia en la asignación y contratación de la publicidad oficial.